Proponer la hipótesis de que Dios condena la homosexualidad, desvirtúa lo que creemos que es el carácter de Dios. Desvirtúa además el mensaje de Cristo.
Existe el error tradicional de creer que la Biblia es un sol libro, cuando realmente tiene dos tomos completamente distintos en cuanto a propósito y forma. El antiguo tenia como propósito esencial demostrarle al hombre que por solo obras no sería jamás salvo, ni por cumplir con los ritos de la religión, ni por obras de caridad. El nuevo anuncia la buena nueva de salvación: que solo por fe se es salvo. Esas lecturas mal formes, llevan a las conclusiones mas equivocadas. La interpretación del antiguo testamento es esencialmente literal mientras que la del nuevo es esencial. Por tanto las formas, a los que vivimos bajo el nuevo pacto, no deben importarnos, solo el fondo. Jesús no vino a predicar acerca de modas y snobismos, ni de cual tribu vestía mejor o cual musica era su predilecta. Todas las cosas son creación de Dios. Lo importante es la esencia, la intención, el fondo, la verdad.
No cabe pues la conclusión de que Dios condena el amor que el mismo creó, en ninguna de sus formas, siempre que sea amor verdadero. No condenará jamás Dios a dos mujeres que se amen y deciden vivir su amor, ni a quien se cambie de sexo, ni a quien se vista como roquero, ni a quien escuche música de la nueva era, ya que TODO es creación de Dios y Satanás solo puede usurpar lo que no es suyo. Creemos que todo está en la intención del que ama, se viste, se cambia, oye, etc. La intencion del corazón. Cuantos evangélicos con alma de boxeadores he conocido...muchos, cuantos católicos con el espíritu de la inquisición, mas aun. No hay la intencion de conocer mejor a Dios cada sia, solo el deseo de defender inertes preceptos religiosos.
Pastores, Sacerdotes, Líderes religiosos, llénense del verdadero espíritu de Cristo, que los moverá a revisar muchos temas con los que actualmente atropellan a las buenas personas que siguen a Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario