LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO.

"Porque el Señor mismo con voz de mando, con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitaran primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". I Tes. 4:16-17

Todo el libro del Apocalipsis relata el final de los tiempos, entre los cuales resaltan algunos aspectos.

Cuando se dará la segunda venida de Cristo? Nadie lo sabe. Pero Jesús nos dijo que habrá señales que nos harán predecir, aunque no muy exactamente, la ocurrencia de este evento y pronostica que al común de las personas las tomará de sorpresa.

Compartimos la posición de muchos Cristianos que esperan el rapto de la iglesia antes de la época de Tribulación que afectará a la tierra, que durará 3 años y medio, seguida de la Gran Tribulación, tres años y medio mas, que será una época espantosa de violencia, hambre, enfermedad, herejía y muerte bajo el reinado del Anti-cristo, quien se bifurca en La Bestia y el Falso profeta y, al lado de El Dragón (Satanás), forman la trinidad del mal.

El Rapto o Arrebatamiento de la Iglesia es concretamente el momento donde la Iglesia de Cristo, completa, desaparece de la tierra en un segundo, para encontrarse con Jesús. Los que hayan muerto resucitarán para partir inmediatamente, los vivos serán raptados en cuerpo y alma.

Se darán en el tiempo de la tribulación, en el cielo, las bodas del cordero, donde Cristo desposa a la Iglesia en un festejo pleno de gozo.

Luego de esto volverá Cristo con todos sus Santos y ángeles para enfrentar al Anti-Cristo en la batalla del Armagedon (monte Meguido), donde le vencerá con la espada de su boca, su palabra, para reinar mil años en la tierra al cabo de los cuales se realizará el gran Juicio del Trono Blanco, para luego ver llegar la Nueva Jerusalén, nuestro lugar definitivo de habitación, al desaparecer esta tierra.

Estas imágenes son aterradoras algunas y esperanzadoras otras. Lo cierto es que La Iglesia de Cristo es su novia, Santa por el sacrificio de Jesús y no hay razón para que ella, formada por los creyentes, pase por sufrimientos. Algunos exegetas sostienen que la iglesia debe ser depurada y por ello transitar por la tribulación pero, ello indicaría que el sacrifico de Cristo fue incompleto y que necesitamos obras, además de fe, para ganar la Santidad, lo cual contradice la enseñanza Cristica.

Los que andamos de la mano de Cristo, nada debemos temer.