LA RESURRECCION DE CRISTO.

DE LA NOVELA "LA VERSION DEL AMADO" - Paráfrasis del Evangelio segun San Juan. Autor: Luis Camilo Laborde

Cinco de la mañana. Hacía frío. Una leve bruma sobre el suelo. Brisa suave. Aún estaba oscuro. Miriam y María caminaban tristes cruzando el parque del cementerio. Llevaban flores blancas en el regazo. Atravesaron la calle entrando por las puertas enrejadas recién abiertas como si les esperaran. Fueron directo al sepulcro y a llegar encontraron la lápida rota en dos pedazos contra el piso embaldosado, dentro de la tumba, nada. Maria dejó caer las flores y salió corriendo a llamar a Peter y luego a Johnny para que vinieran. Estaba asustada y confundida. Johnny llegó primero y segundos después, el otro. Miraron todo y descubrieron que detrás de la bóveda estaban las ropas que le habían puesto a sepultarlo y las sábanas con que le cubrieron. Se habían sentado en una banca llorando, al voltear, vio María tres hombres muy altos vestidos de blanco resplandeciente encima de la tumba y atontada les preguntó:
- Ustedes saben a donde le llevaron?
- No llores, mujer, no busques entre los muertos al que vive.
Johnny y Peter que llegaban de buscar a la policía, corrían desde lejos hacia el hombre, lo que asustó a las mujeres y abriendo los brazos gritaban:
- Es el, es el, resucitó, resucitó, está vivo.
- No se acerquen que aún no es subido al padre, díganle a los otros que voy a encontrarme con el.
En ese momento desapareció al igual que los otros hombres que estaban con él.


En la noche se reunieron sigilosamente para hablar de todo aquello. Sólo estaban los más cercanos a Josué. Se tomaron de las manos después le oír el testimonio de Miriam y estando en oración, en medio de ellos apareció el maestro.
- La paz sea con ustedes.
Les mostró las cicatrices de las manos y la del costado.
- Reciban el espíritu santo - y sopló sobre ellos - él les guiara para ver la verdad .


Tony no estuvo con ellos esa noche y no quería creer que eso había ocurrido realmente.
- Tendría que tocarle para creer lo.
Ocho días después, reunidos pudo ver atónito como Josué aparecía en medio de ellos diciéndoles:
- Toca mis heridas.
Después que lo hizo le dijo:
Les irá mejor a los que son sensibles a la voz del espíritu y no necesitan tocar ni ver para conocer la verdad.


Habían acordado ir de pesca muy temprano. Algunos con cañas y otro sólo con nylon y anzuelo. Era una diversión tradicional y ayudaba a completar el almuerzo. Llegaron a las 5:30 A. M. Peter, Johnny, Tony y cuatro chicos más del grupo. Una hora después clareaba y no habían logrado nada. Se acercó un hombre sentándose detrás de ellos.
- Ya acabaron de pescar?
- No, nada; no pescamos nada.
- Tiren los anzuelos un poco más al centro del mar y verán.
Eso hicieron en seguida, cualquier idea era bienvenida en esa situación.
Segundos después de lanzar los anzuelos comenzaron a luchar para sacarlos. Cada uno obtuvo una sierra o un pez grande. Fueron donde estaba el hombre y había hecho una hoguera en la playa. Parecía que cocinaba un pescado. Tenía aspecto de extranjero, era muy fino y se parecía a ... Josué... Más alto más hermoso más elegante, vestía camisa blanca y pantalón de algodón con sandalias de cuero.
Le miraron atónitos. Era el, pero ninguno quiso decirlo. Algo, dentro, se los confirmaba.
- Siéntense conmigo y coman.
Después, Josué invitó a Peter a caminar por la arena. Me amas más que ellos?
- Tú sabes que si.
- Me amas realmente?
- Claro, tú lo sabes.
- Peter, me amas?
- Oye, no me crees, me haces sentir mal.
- Entonces sé luz para los que buscan el camino. Siembra paz en el rebaño. Muéstrale el camino a los perdidos. Hoy haces lo que tú quieres, pero cuando seas viejo te moverán otros como un mueble de aquí para allá. Sólo preocúpate por permanecer unido a mí en el espíritu.
Peter cerró los ojos. Porque esas palabras palpitaban dentro de su corazón. Volteó y Johnny los miraba.
- Maestro, y tu amado?
- Que pasa con él? Dedícate a organizar primero tu vida. A ti no te importa si yo quiero que me espere 2000 años.
Y volteándose, le dedicó una inmensa sonrisa a Johnny, mientras iba hacia él.
Esa última sonrisa no la podré olvidar jamás. En ella sentí todo su amor y paradójicamente sabiendo que él se iría, temiendo que no lo volvería a ver en este plano, aun así, seguía sintiendo paz.
El se fue y yo estoy aquí, escribiendo lo que viví con mi maestro amado, motivado por su espíritu, esperándole, sin saber si le volveré a ver en esta tierra o será después de que, para siempre, atraviese La Puerta.

No hay comentarios:

INVITACION

INVITACION
UNETE DE CORAZON A NOSOTROS