
Un Obispo Gay dividió a la Iglesia Anglicana.
La Convención Nacional de Obispos de la Iglesia anglicana de EE UU, denominada Episcopal, ratificó en el 2003 la elección del primer obispo abiertamente homosexual, el reverendo Gene Robinson. Fue una decisión histórica celebrada y repudiada con el mismo apasionamiento por los sectores progresista y conservador, cuyas diferencias parecen irreconciliables hasta el punto de poder detonar un cisma. Diecinueve de los obispos se marcharon en protesta de la sala donde se celebraba el sínodo en Mineapolis, tras la ratificación de Robinson por 62 votos frente a 43.
Para empeorar el asunto, el Obispo se casó con quien ya era su compañero desde hacia 13 años, en una gran ceremonia donde hubo muchos clérigos invitados y la presencia de su hija.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, primado de la Iglesia anglicana, se hizo oir a través de un comunicado del "impacto significativo que la elección de un obispo homosexual tendrá en el mundo". Su capacidad de intervención es limitada puesto que la Iglesia anglicana, a diferencia del catolicismo, no tiene una jerarquía vertical, como el catolicismo romano, sino que está conformada por 38 provincias, con autonomía para tomar decisiones. De hecho, varias provincias de Asia y África, tradicionalmente mucho más conservadoras que las occidentales, cortaron relaciones con la Iglesia de EE UU.
En nombre del sector progresista, el reverendo Sandye Wilson, declaró que era "un gran día" para la Iglesia anglicana, que "finalmente había entendido que Dios ha creado a los hombres y mujeres para que fueran guardianes de la fe, sean homosexuales o heterosexuales". Tanto él como las voces a favor de la "inclusión y no de la exclusión" restaron importancia a las amenazas de cisma señalando que otros pronósticos similares nunca se llegaron a materializar, cuando se aprobó en 1976 el sacerdocio femenino y la ordenación de curas homosexuales en 1986. Pero, infortunadamente la luz del Espíritu Santo no fue recibida por cerca del 80% de las Iglesias que se separaron del Arzobispo de Inglaterra, coordinador tradicional del concilio de Obispos.
El Obispo Gene Robinson fue invitado a la posesión del presidente Barak Obama, pero su intervención fue boicoteada por sectores conservadores de los medios audiovisuales, imposibilitando su transmisión.
El ejemplo de Gene Robinson y de Rowan Williams, quienes a pesar de todas las amenazas recibidas contra sus vidas, defendieron su compromiso con la verdad de Dios, es digno de ser resaltado e imitado. Rechacemos dogmas y tradiciones que nos apartan del verdadero mensaje del Evangelio y tomemos la cruz que implica anunciar la verdad.
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