LA ESPIRITUALIDAD DE LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA


La palabra nos dice que Dios tomó al hombre del polvo de la tierra, en una bella metáfora, que tiene mucha sabiduría implícita. Nuestra relación con la tierra, por tanto es profundísima. Somos paridos en ella, nos alimentamos de ella, respiramos su aire, nos deleitamos con su belleza y majestad y toda acción que realizamos la realizamos en ella.
Los que hemos estado cerca de culturas aborígenes vemos a la tierra como a al madre, me impacta la forma como los Nativos Tayronas piden permiso a la tierra para sembrar, para edificar sus viviendas y para muchas de sus acciones trascendentes.
El hombre citadino, en su egolatría cree ser el dueño de ella y cuando la tierra muestra su poder destructivo acuden a Dios para pedirle explicaciones y acusarlo de indolente.
Los Tayronas son ejemplo mundial de arquitectura y urbanismo orgánico, acoplado a lo natural. Jamás un río se ha llevado uno de sus asentamientos nio ningún otro desastre natural os ha golpeado. Ocurre el fenómeno de Haití y llueven las explicaciones, cuando creo que la única real es que la tierra es soberana sobre sus hijos y si algún juicio cayó sobre Haití (que no creo) es por haber deforestado al tierra, ser pasivos frente a ella, explotarla en beneficio del humano sin tener en cuenta que ella es la madre, la parte femenina de Dios, la concreción material de su amor y que al violentarla estamos atentando contra nosotros mismos.
La invitación es a cuidar la naturaleza, no contaminemos ni sobre-poblemos el mundo, aceptemos nuestra pequeñez frente a esa madre buena y bella que Dios nos dio.
Contamos en Colombia con los más bellos paisajes, regalo invaluable de Dios para la humanidad, reserva ecológica del mundo, hagamos conciencia de nuestro deber frente a este bello país.

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